Cuándo visitar Mallorca
Ojeando los foros he observado que algunas personas han tenido una mala experiencia, o cuanto menos una frustración, en su visita a la isla, sobre todo en lo referente a las playas. Y es que ven fotos de esas calas paradisíacas, sin gente y cuando llegan en pleno mes de agosto se dan cuenta que no hay sitio para aparcar y en la playa no cabe ni un alfiler. Esto es habitual en los meses de temporada alta. Por eso es importante saber cuándo visitar Mallorca
TEMPORADA ESTIVAL
Es evidente que a Mallorca podremos viajar cuando nos lo permita nuestro trabajo o nuestras obligaciones, y eso en muchas ocasiones solo es posible en los meses de julio y agosto. Entonces debemos tener en cuenta que en estos meses vamos a encontrar masificación en las playas y calas más conocidas, en los pueblos turísticos y principales monumentos, que en ocasiones será motivo de nuestro desencanto y puede echar al traste unas vacaciones idílicas. Pero esta masificación durante estos meses se puede evitar alejándose de las zonas más turísticas y estando dispuestos a caminar y madrugar un poco.
TEMPORADA PRIMAVERA/OTOÑO
Los mejores meses para viajar a Mallorca y disfrutar sin estos problemas son los meses de mayo, junio, septiembre y octubre. En estos dos últimos meses debemos tener en cuenta que empiezan las tormentas otoñales y anochece más pronto por lo que las temperaturas no suelen ser tan altas.
Durante los meses de mayo y junio las temperaturas son muy agradables, empieza a hacer calorcito pero la temperatura del agua todavía puede ser algo fresca, según para quien.
Los meses de noviembre, marzo y abril no hay que descartarlos, son meses muy tranquilos con temperaturas muy agradables para visitar pueblos, la ciudad de Palma y hacer senderismo por la sierra.
TEMPORADA INVERNAL
Durante los meses de diciembre y enero las isla queda para disfrute de sus habitantes, en la sierra es posible que caiga alguna nevada y todo queda apacible bajo el corto y frío invierno.
En febrero el espectáculo de los almendros en flor son la señal de que la primavera se acerca y todo empieza a ponerse en marcha para recibir a los visitantes.