Cuevas del Drach

/ junio 14, 2013/ Naturaleza/ 0 comentarios

Antes de realizar la visita a Las Cuevas del Drach debemos tener en cuenta una serie de aspectos. Se aconseja llevar calzado cómodo y alguna prenda de abrigo ligera. En época estival es muy aconsejable visitar las cuevas a primera hora de la mañana ya que tanto el aforo como el número de visitas al día está limitado y podemos correr el riesgo de no poder visitarlas ese día. Durante el resto del año podemos sacar las entradas unas horas, incluso minutos antes.

Para llegar hasta nuestro destino, desde Palma, tomaremos la conocida como carretera de Manacor (Ma-15), que es continuación de la calle Manacor en la capital. Esta carretera es una autovía que llega hasta Manacor sin pérdida. Sin entrar en el núcleo urbano, rodeamos Manacor por su ronda en dirección a Porto Cristo (Ma-4020), que llegaremos tras un trayecto de 14 Km. Nos adentramos en la población siguiendo las indicaciones de las “Coves del Drach”. Tras cruzar un pequeño puente, dejando el puerto a nuestra izquierda, tomamos una carretera que en pocos minutos nos llevará hasta la entrada a las cuevas.

HISTORIA

Las Coves del Drach deben su nombre a la creencia popular de que en sus entrañas habitaba un dragón (Drach) que salvaguardaba grandes tesoros.

Se cree que su origen data de la época geológica del miocénico (23 a 5 millones de años). Hay constancia escrita de Sa Cova Vella desde el año 1338, pero se tiene conocimiento de ella miles de años antes. Existe la creencia que piratas moros escondían aquí sus tesoros y que el rey Jaime I mandó buscarlos, no teniendo conocimiento de los resultados de la búsqueda.

En el año 1784 se incluye la cueva dentro del mapa de Mallorca realizado por el Cardenal Antoni Despuig. Casi un siglo después, en 1880, se realizó el primer mapa de la cueva.

Pero la verdadera magnitud de estas cuevas no fue descubierta hasta el año 1896 cuando el espeleólogo francés Edouard A. Martel, invitado por su amigo el Archiduque Luis Salvador, inició la expedición a la cueva descubriendo unos de los lagos subterráneos más grandes del mundo y que puso su nombre: Lago Martel. Al otro lado descubrió una nueva cavidad a la que llamó Cueva de los Franceses.

Ya en el año 1935 se inicia la explotación turística de las cuevas con la construcción de escaleras e iluminación de las salas y lagos.

LA CUEVA

Las Cuevas del Drach son una serie de cuatro cavidades conectadas entre sí: la Cueva Blanca, la Cueva Negra, la Cueva de los Franceses y la Cueva de Luis Salvador. Tienen una longitud aproximada de 2400 metros de los cuales sólo 1 Km. son visitables.

Su formación es de origen cárstico (roca caliza) debida a la entrada de agua desde el mar. Su temperatura constante de 20º (algo menos en el lago Martel) proporciona al visitante una sensación de fresco pero no de frío.

En su interior podemos ver formaciones de estalactitas y estalagmitas de una espectacular belleza, con formas curiosas algunas de ellas intrigantes como la del «Monje» o el «Cactus».

La mayor acumulación de agua (salada) se encuentra en el lago Martel, de más de 100 metros de largo y 30 de ancho, y situado al mismo nivel del mar. En él tiene lugar un espectáculo de luz y música clásica para los visitantes.

Acabada la visita a las cuevas podemos visitar la Torre del Serral dels Falcons. Se trata de una torre de defensa y vigilancia construida en el año 1577, parcialmente destruida durante la Guerra Civil española y reconstruida en el año 1960. Desde aquí tenemos unas vistas elevadas de esta hermosa parte de la costa y donde podemos dar un pequeño paseo por los alrededores.

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